LA TORMENTA

Aquel día amenazaba tormenta. El cielo estaba completamente negro y soplaba un viento salvaje. Sin embargo, ella estaba completamente tranquila y relajada. Un rayo iluminó la estancia y los objetos tomaron un aspecto terrorífico. Parecía una escena de una película de miedo, solo que ella ya conocía el final.

Allí sentado en el sillón yacía su vecino que, preocupado por las goteras que ella tenia en su casa, se acercó para preguntar si necesitaba ayuda cuando la tormenta comenzó. Encontró la puerta abierta. Ella, en un momento de histeria por la sugestión de tantos años escuchando leyendas a cerca de tormentas y al sentir a alguien entrar en casa agarro lo primero que tuvo a mano: una sartén enorme.

Un golpe seco sonó a la vez que el primer rayo de la tormenta.

Supo que ya nunca mas le tendría miedo a las tormentas.