Datos personales

Mi foto
Madrid, Madrid, Spain

viernes, 31 de julio de 2009

La primera vez que doné sangre.


¡Hola Amiguitos!

Hace unos días os he comentado que Soy donante de sangre.... Bueno, yo pensaba que os había contado ya mi primera vez como donante. Pero repasando las entradas de mi blog he visto que no lo he hecho ¡menudo error! Uno de los momentos más interesantes de mi vida pasado por alto! En fin, como se suele decir nunca es tarde si la dicha es buena, así que aquí estamos para reparar ese error....
Seguro que algunos de mis lectores recuerdan aquella aventura porque la vivisteis en segunda persona, jeje, que en primera la viví yo....
En fin. Yo de siempre, de toa la vida he querido donar sangre, porque sí, porque me parece generoso, porque yo hasta ahora no la he necesitado pero otra mucha gente sí y porque cualquier día la puedo necesitar. Bueno, como digo siempre he querido donar, pero siempre me ha aterrado, bueno, ya no. Siempre he intentado convencer a alguien para que viniera conmigo y nunca lo conseguí hasta aquel día.
Estabamos trabajando y llegó un autobús de los de la Cruz Roja para donar sangre, así que como unos cuantos compis iban a donar y yo aproveché la ocasión y me apunté con ellos.
Entré en el autobús, me reconocieron, me hicieron las preguntas de rigor y me tomaron la tensión. La médica me dijo que tenía la tensión alta y yo le dije que estaba nerviosa por ser la primera vez, me tranquilizó diciendo que no pasaba nada, que era un mero trámite.
Me llevaron a una camilla y comenzaron la extracción. La verdad es que todo el proceso fue como una seda, lo que más miedo me daba era que me clavaran la aguja, pero fue todo bien y no sentí nada. Las enfermeras estaban atentas de mí y me preguntaban constantemente y yo seguía bien. Me tranquilicé y me confié.
Por fin, acabaron de sacarme la sangre y la enfermera me pregutó si estaba bien, a lo que contesté que si, que perfectamente. Me sacó la aguja, me puso esparadrapo y se fue a atender a otro donante.
Pero justo en el momento en el que me sacó la aguja y se fue, yo empecé a notar como el mundo daba vueltas y en mi mente se repetian una y otra vez mis propias palabras: “estoy bien” “estoy bien”... No sé qué fue, pero recuerdo que sentí perfectamente como salió la aguja de mi brazo y a partir de ese momento el mundo ya no fue el mismo....
Lo curioso y ahora hasta gracioso es que mi cuerpo estaba completamente inerte pero mi mente funcionaba perfectamente y recuerdo que pense: “Almudenita, te estás mareando, deberías avisar a una enfermera que esto va en serio....” Y dicho y hecho me dispuse a llamar a una enfermera que justo pasaba a mi lado... pero... mi mente trabajaba pero mi cuerpo no (qué curioso, normalmente es al reves, jeje). No fui capaz ni de emitir un solo sonido ni de mover si quiera los labios.... mi angustía se agrabó y me sentí presa en mi propio cuerpo. Cada vez estaba peor y no podía mover un solo musculo de mi cuerpo para poder pedir ayuda!
Una enfermera se fijó en mi y me preguntó si estaba bien. Sentía mi cuerpo completamente blanco y solo fui capaz de hacer un movimiento de ojos a lo que la enfermera me levantó los pies rápidamente y me midio la tensión.
El hecho de levantarme los pies ya fue un alivio para mi y poco a poco fui recuperando el dominio sobre mi cuerpo... al poco me volvieron a colocar en la posicion tumbada para ir incorporandome poco a poco.....
Pero al volver a moverme volvi a desmallarme y esta vez tuvieron que darme algo para subir la tensión que al parecer estaba por los suelos.... poco a poco fui recuperandome. Me dijeron que no me preocupara que tenia que beber mucho líquido y que estarían conmigo el tiempo que hiciera falta.
Lo cierto es que el autobús tenía que marcharse pero eran las 14.30 y yo seguía allí. Ya había bebido bastante, y parecía que iba mejorando pero no querían dejarme marchar hasta que no estuvieran seguros.
Escuché una voz familiar que preguntaba por mí. Reconocí a Eva, una compañera de trabajo, que preocupada por mi tardanza entró a buscarme dentro del autobús. Ya con ella y con otros compis de la ofi me dejaron marchar. Me dijeron que comiera bien y que tuviera cuidado el resto del día. Así que felices y contentas (es un decir) nos fuimos a comer.
Salí a la calle y parece que mejoré un poquito y cuando me puse a comer todo fue cada vez mejor hasta que..... en los postres empecé de nuevo a perder el dominio de mi cuerpo y decidi salir a la calle a que me diera el aire. Eva salió conmigo y aquí os voy a contar una cosa graciosa.... Graciosa tiempo después claro, en el momento no tuvo mucha gracia.
Yo estaba empezando a desconectar mi mente de mi cuerpo, estaba como antes, que mi cabeza me funcionaba más o menos bien pero mi cuerpo iba a su rollo. Con lo cual me costaba bastante trabajo hacerlo funcionár. Eva salió detrás de mi y empezó a preguntarme qué era lo que necesitaba y cómo podia ayundarme. Jajajajajaja... como iba a contestarla si mi propio cuerpo no me respondía a mi!! En un momento supe que me quedaban unos pocos segundos de estabilidad, vi claro que me iba a ir al suelo, así que en un momento de lucidez decidí sentarme de una manera mas o menos controlada y así llegue hasta el suelo.
Recuerdo a Eva un tanto preocupada preguntarme cómo podía ayudarme... lo siento mucho, pero es que no estaba yo como para ponerme a hablar, jajajajaja... En fin, luego me tomé un azucarillo que alguien me dio ¿Nacho? Y parece que a partir de ahí empece a recobrar el dominio de mi misma.....
La verdad es que fue una experiencia un tanto extraña... Eso de no tener el control sobre mi cuerpo y que mi mente y mi cuerpo fueran por caminos diferentes... da un poco de yuyu, pero como luego todo quedó en un susto pues puedo reirme tranquilamente de aquel día....
Bueno, eso sí, como ya os he comentado en otra entrada... Soy dondante de sangre. Esto que me sucedió aquel día fue un incidente sin importancia que no me ha impedido seguir donando....
Y eso es todo amiguitos.


Por cierto, siento ser un poco repetitiva pero es que considero que este fue un buen dia digno de mención....

besitos pa tos!
almudena..

jueves, 30 de julio de 2009

¡Sofia tiene 3 años!




¡Hola Amiguitos!

Hoy escribo para deciros que... ¡¡Sofia cumple hoy 3 añitos!!

AAAAAYYYYYYYY!!!! ¡que grande se hace mi nena! si hasta hace nada era un monillo pequeñito! y ahora es un monillo un poco mas grande!

Como pasa el tiempo.... 3 años ya... y además de verdad porque nació a las 8:05 de la mañana.... asi que tiene 3 años, 1 hora y algunos minutos....

Bueno, esta tarde vamos a prepararle una fiestuqui en casa. He comprado un mantel de princesas, servilletas de mickey mouse y en las paredes pondremos guirnaldas y globos. También tengo listos vasos de colores para beber todos. La pena es que habra pocos niños, de hecho solo su primo, pero bueno, cuando sea más mayor ya invitaremos a más amiguitos.

De momento lo celebrará por la mañana con sus amigos del cole, con globos, sopladores (matasuegras), chupachuses y caramelos blanditos... Espero que se lo pase bien!

Ya os contare mañana que tal ha salido todo.

besitos!
almudena..

viernes, 24 de julio de 2009

Agradecimientos

Hola Amiguitos,

Hoy voy a explicaros el relato que acabo de terminar.
Forma parte de un experimento que he realizado junto a mi compi de curro Miriam. La realice una seride preguntas, algunas un poco incomprensibles, y basandome en sus respuestas escribí este relato. Las preguntas y sus respuestas son las siguientes:

1.- Pregunta: ¿amor o desamor?
Respuesta: amor
Significado: Tema principal de la trama: amor.

2.- Pregunta: ¿Si o no?
Respuesta: No
Significado: Triangulo amoroso: No

3.- Pregunta: ¿2, 3 o 4?
Respuesta: 3
Significado: Número de protagonistas: 3.

4.- Pregunta: ¿Chico o chica?
Respuesta: Chico
Significado: Protagonista principal: chico.

5.- Pregunta: Nombre de chico
Respuesta: Alejandro.
Significado: Nombre del protagonista principal: Alejandro

6.- Pregunta: Chico o chica
Respuesta: Chica.
Significado: Segundo protagonista chica

7.- Pregunta: Nombre de chica
Respuesta: Ahinara
Significado: Nombre de la segunda protagonista Ahinara

8.- Pregunta: Chico o chica
Respuesta: Chica.
Significado: Segundo protagonista chica

9.- Pregunta: Nombre de chica
Respuesta: Aghata
Significado: Nombre de la tercera protagonista Aghata

10.- Pregunta: ¿1 o 2?
Respuesta: 1
Significado: Relatado bajo un solo punto de vista.

11.- Pregunta: Nombre de una de las chicas.
Respuesta: Aghata
Significado: La pareja de Alejandro seria Aghata.

12.- Pregunta: triste o feliz?
restpuesta: feliz.
Significado: Historia con un final feliz.

13.- Pregunta: ¿Real o ficticio?
Respuesta: real
Significado: Desenlace del relato real.

14.- Pregunta: ¿Presente o pasado?
Respuesta: presente
Significado: Tiempo de la historia en presente.

15.- Pregunta: una ciudad?
Respuesta: Cadiz.
Significado: Lugar donde se desarrollan los hechos Cadiz.

16.- Pregunta: Estacion del año
Respuesta: verano
Significado: La historia se desarrolla en verano.

17.- Pregunta: Edad?
respuesta: 25
Significado: Edades de los protagonistas en torno a los 25 años.

Con todo esto debia haberme salido una historia de amor, sin triangulo amoroso con Alejandro y Aghata como protagonistas y Ahinara como secundaria. De unos 25 años de edad. Con final feliz y real. Situada en el presente en Cádiz en verano.

Espero no haberme desviado mucho y haber cumplido las espectativas. A mi me ha gustado la historia, aunque para no variar se me ha ido un poquito la pinza como suele ser habitual en mi, aunque para variar..... ¡no hay muertos en mi historia!

Bueno, yo estaba escribiendo esto porque tenia que hacer ciertas aclaraciones:

1.- En primer lugar agradecer a Miriam por contribuir en mi experimento y ser tan fiel lectora. Asi cualquiera se anima a escribir! Eso si, no creo que a la vista de los finales de mis relatos me vayan a estudiar en la ESO... ooooohhh, mi gozo en un pozo....

2.- Agradecer tambien a Charli su información sobre la plaza de abastos de Cadiz, es importante dar datos reales a la hora de hacer veraz una historia.

3.- Si, el nombre de Ahinara no se escribe asi, sino Ainara. Pero que le vamos a hacer, salió así y así se quedó... En fin, yo también tengo tradición a la hora de bautizar con nombres raros a los personajes de mis relatos... Recuerdo uno en que se llamaban: Olmo, Milinko, Karem y Sabina, ah, y el padre Fabiano, jajaja... ninguno tiene desperdicio... Aunque si os cuento los nombres con los que bautice a mis cactus en mis tiempos mozos lo flipais....

4.- La foto del mercado que pongo en el capitulo III corresponde al mercado de Jerez de la Frontera, pero por más que busqué en google no encontré ninguna foto del Mercado de Cádiz que me convenciera ¡no es por despreciar el mercado de Cádiz!

y creo que ya no me quedan más cosas que aclarar.

Así que muchas gracias por leerme y ¡hasta el próximo relato!

besitos!
almudena..

jueves, 23 de julio de 2009

VIII


Ellos no le contaron nada a Aghata. Cuando despertaste los médicos dijeron que sufrías amnesia, y ellos aprovecharon para rellenar los huecos de tu mente con la historia que a nuestros padres les interesaba. De ese modo te crearon un pasado con una relación que terminó mal, pero por fortuna conociste a Aghata. En aquella historia yo no aparecía por ningún lado. Os fuisteis a vivir a Madrid, pues Aghata solo estaba en Chipiona de vacaciones, sola, para olvidar también un antiguo amor, así que vuestra relación comenzó a ser perfecta.
Al cabo de los años te descubrí, pero al verte feliz con Aghata pensé que había llegado demasiado tarde y tú habías rehecho tu vida, sin embargo, no me separé demasiado de ti, quería asegurarme que estabas en buenas manos. He de reconocer que me sentía muy celosa y pensaba que nadie podría cuidar de ti como lo haría yo. Así descubrí que había cosas en tu vida que no encajaban y al observar la relación que mantenían Aghata y nuestros padres comprendí el engaño que sufríais tanto tú como ella. Aunque no estaba de acuerdo, pensé que para ti sería lo mejor pues en realidad lo que nosotros teníamos era algo imposible de recuperar.
Pero un día ocurrió algo inesperado, Aghata y tú discutisteis amargamente y tú desapareciste. Te busqué por todas partes, hasta que te encontré aquí. Cuidé de tí como mejor supe y me di cuenta de que estabas recuperando la memoria así que me sentí esperanzada por poder volver a estar juntos.
Mis ilusiones duraron poco tiempo pues apenas unos días después volviste a perder la memoria y sólo recordabas tu nueva vida con Aghata. Regresaste a su lado y ella te perdonó. Desde entonces has perdido la memoria cada verano. Y cada verano has venido aquí. Y yo te espero siempre junto al Castillo de San Sebastián.
Le conté la verdad a Aghata y ella es benevolente con nosotros pues te ama, tal vez, casi tanto como yo.
Y ahora, es cuando tú me eliges a mí y estos volveran a ser los días más felices de mi vida, aunque mañana, tal vez pasado, al despertar encuentre una nota firmada por ti en la que me dices adios para siempre, sin saber que volverás al próximo verano.

VII


Mi expresión era una mezcla de incredulidad y tranquilidad por conocer por fin la verdad.
- Nosotros nos amábamos, Alex. Pero nadie lo podía comprender - Ahinara continuo el relato que yo iba recordando a medida que ella lo contaba - Papá y mamá no lo pudieron soportar y nos echaron de casa. Teníamos 22 años y con mucho sufrimiento logramos salir adelante. Buscamos trabajos temporales que nos permitieran acabar la carrera y nos vinimos a vivir a esta casa.
Ahinara se tomó un descanso. Parecía dudar en continuar con su relato. Se la veía cansada y muy muy abatida. Después continuó, aunque la voz cada vez se le quebraba más, parecía que en cualquier momento se echaría a llorar.
- Vivimos así durante casi 3 años, las cosas parecía que empezaban a salirnos bien pues encontramos trabajos más o menos estables. Y conseguimos creer que éramos una familia. Lo conseguimos porque estábamos juntos y porque nos queríamos, nos queríamos de verdad. En este barrio no nos conocía nadie y no sabían de nuestro secreto. Hasta que un día me di cuenta de que yo estaba...
- ¡Estabas embarazada! - Lo recordé tan claramente como si acabara de suceder en aquel instante y si darme cuenta continué con la historia que Ahinara era incapaz de proseguir - No se como papa lo descubrió y un día se presento en casa, te llevó con él para obligarte a abortar. Y ese fue la última vez que yo te vi. Días más tarde me llamó mamá llorando y me dijo donde te había llevado y cuales eran sus intenciones. Que papá no respondía a sus llamadas y que no sabia nada de vosotros dos.
- Quería llevarme a una clínica, pero no hizo falta - Dijo Ahinara - Cuando salimos de casa intenté escaparme y salí corriendo, quería proteger a nuestro bebé pero no sabía que hacer. Tropecé y caí, y al caer me provoqué yo sola el aborto. ¡Lo siento tanto! - Dijo llorando mientras se abrazaba a mí - Papá me ocultó mientras me recuperaba, no quiso llevarme ni al hospital para que no averiguaran nada, casi muero desangrada.
- Mamá me prestó su coche y me dijo que habíais ido en dirección a Rota así que yo fui a toda velocidad hacia allí. -Dije mientras trataba de entender las cosas.
- Pues te engañó - Contestó Ahinara mientras se recuperaba poco a poco - Papá siempre quiso llevarme a Sevilla y después todo lo más lejos que pudiera. Para él, éramos habíamos cometido el peor de los delitos y nuestro bebé era una aberración, quería destruirnos a los tres.
- Ya no recuerdo nada más. Lo demás es todo lo que he pasado con Aghata, si te digo la verdad la recuerdo de toda la vida, no sé cómo llegamos a conocernos exactamente.
- Eso puedo contártelo yo. No lo supe hasta años más tarde... - Ahinara volvió a sentarse y bebió un trago de agua antes de continuar - Cuando conseguí que papá me liberara comencé a buscarte como una loca. No sabía dónde estabas ni qué había ocurrido contigo. Supe que nuestros padres se habían marchado a Madrid y eso me alivió, pero seguía sin encontrarte. Tiempo después los investigué a ellos y, al fin, te encontré. Tuviste un accidente de tráfico al salir a buscarme, chocaste con una chica. Ella salió ilesa, pero tu estuviste al borde de la muerte. No se separó de tu lado y no paró hasta dar con tu familia. Papá y mamá vieron en aquella chica un hilo de esperanza, pensaron que quizá ella podría salvarte. Conseguir que te olvidaras de mí.

miércoles, 22 de julio de 2009

VI


-¿Yo? ¿Tu hermano? - Un montón de cosas me pasaban por la cabeza, sabía que estaba en lo cierto, pues tanto su tacto como su olor me lo habían recordado hacia un momento - Pero ¿cómo puede ser? ¿Tú lo supiste desde el principio? ¿Nuestro encuentro de ayer no fue casual? ¡Tú me estabas esperando!
Una oleada de preguntas invadió mi mente, no podía pensar con claridad.
-¿Que esta pasando aquí? ¿Qué sucede? Ahinara, tú eres mi hermana, lo sé, pero ¿Porqué mis recuerdos son tan lejanos? - Empecé a ver las imágenes en mi mente - Tú y yo, siempre estábamos juntos. Nos escondíamos en el castillo y estábamos allí solos hasta que se hacía de noche.
-Empiezas a recordar - Dijo tranquilamente Ahinara. - Deja que fluya, así lo comprenderás todo, aunque has de saber que no te durará mucho.
Me tomé un minuto para intentar calmarme.
- ¿Que pasó entre nosotros? ¿Porqué nos separamos? ¿Qué tiene que ver Aghata en todo esto? ¿Por que la conoces? - las preguntas salieron a trompicones.
- Tranquilo, tranquilo, poco a poco - dijo Ahinara, no intentes comprenderlo todo de golpe....
- Recuerdo... - comencé de nuevo - Recuerdo que tú y yo siendo niños, nos pasábamos el día juntos, nos pasábamos las horas en la playa cuando no había nadie y siempre íbamos cogidos de la mano. Recuerdo que al principio no pasaba nada, nadie nos tenía en cuenta y a todo el mundo le parecía gracioso. Pero luego algo cambió y todo el mundo trataba de separarnos. Recuerdo que un día, cuando papa volvía de pescar, nos vio en la playa. Y a partir de entonces todo cambió. ¿Qué sucedió para que todo se diera la vuelta, Ahinara?
Ella se sentó y bajó la mirada, tomó aire para comenzar a hablar.
- Al principio solo éramos unos niños, dos hermanos que se llevan bien y juegan siempre juntos, pero luego,...
- ¿Que pasó? - Insistí.
Ahinara levanto la vista y nuestros ojos se miraron fijamente.
- Pasó simplemente que crecimos, ya no éramos los niños inocentes que todos conocían. Crecimos y nos convertimos en dos adolescentes. Y eso ya no es tan inocente para nadie.
- ¿Quieres decir que? - Rememoré de nuevo su olor en mi mente y comprendí lo que quería decir Ahinara.
- Quiero decir, que aquella noche en la playa, papá nos sorprendió haciendo el amor.

V



Después de un buen rato que no supe calcular di la vuelta y para regresar de nuevo a casa de Ahinara. No sabía porque hacía esto exactamente pero había algo que quería a veriguar. Algo que desde el primer momento captó mi atención pero no le dí mayor importancia. No me había dado cuenta hasta ahora, pero era eso, tenía que ser eso. No es que Ahinara fuera amable con todo el mundo. No es que Ahinara quisiera ayudarme de un modo desinteresado. No. Es que Ahinara me conocía. Y me estaba esperando.
Conduje a una velocidad excesiva para el trafico que había y me planté en casa de Ahinara en un momento. Golpeé la puerta con muchas ganas y me di cuenta de que esta vez no me esperaba. Escuché, a traves de la puerta, como se alarmaba y hablaba por el teléfono sobresaltada "Aghata, te llamo luego, creo que ha regresado." Volví a golpear con más fuerza al escuchar el nombre de Aghata. Ahinara dijo "Sí, es él, luego te llamo" y abrió la puerta de par en par dejandome pasar.
- ¿Donde has ido? - Me preguntó - Nos tenias preocupadas.
Me sorprendió que utilizara el plural y supuse que se refería a Aghata y a ella. Estaba muy nervioso y no sabía por donde empezar. ¿Por qué no me dejaban en paz? ¿Por qué terminaba siempre de nuevo a los pies de Aghata? ¿Y que hacía Ahinara en medio de todo esto? Ahora sabía que la conocía pero ¿De qué? Desde luego ella lo tenía claro y debía explicarmelo en aquel preciso momento. Sin embargo, toda la tensión que llevaba acumulada se desvaneció como por arte de magia y acabe derrumbandome en el sofa en el que había dormido la noche anterior y llorando de nuevo.
Ahinara se sentó a mi lado y daba la sensación que no sabía muy bien qué hacer. Comenzó acariciandome el pelo y aquel primer contacto, evoco en mi mente recuerdos olvidados. La suavidad de sus manos al llegar a la nuca despertó en mi lejanos sentimientos y mi mente se puso a trabajar a toda máquina para llegar a recordarlo todo. Me incorporé poco a poco y me acerqué más a su rostro. Puede captar su olor y al hacerlo un millar de sentimientos se agolparon de nuevo en mi mente. En una milésima de segundo salté hacía atrás apartandome de ella.
- Alex - Dijo Ahinara en tono de súplica - ¿Lo has comprendido de nuevo?
Su pregunta era extraña. ¿De nuevo?. Estaba comprendiendo parte de la situación pero por lo que se veía había algo que seguía escapandoseme.
- Ahinara - Decidí comenzar poco a poco - Esta mañana has dicho que esta casa era de tu hermano ¿verdad?
- Si- Respondió lentamente como dandome tiempo para que reaccionara y asimilara la respuesta.
- Y ¿Quién es tu hermano? - Abordé la pregunta directamente pues quería obtener una respuesta directa.
- Mi hermano, Alex, eres tú.

martes, 21 de julio de 2009

IV


Era la segunda vez que dejaba plantada a una chica. Espero que no se convirtiera en algo habitual en mí. No sabía qué debía hacer a continuación, aunque lo que sí tenia claro era que debía ir a buscar mi coche, era lo único que tenía que podía llamar mío.
Ese era otro de los problemas que había tenido con Aghata. Todo lo que teníamos era suyo, su casa, sus amigos,... Ella nunca me impidió disfrutar de sus cosas y de hecho siempre dijo que todo lo que tenía era mío también. Pero no podía evitar pensar que vivía su vida. Yo no había aportado nada a nuestra relación. Aghata y yo nos conocimos de una manera similar a como había conocido a Ahinara, pensar en esa comparativa me hizo sonreír.
Yo salía de una relación muy agridulce, más agri que dulce y ella amigablemente me consoló. Cada vez estaba más convencido de que habíamos confundido la amistad con el amor y rápidamente comenzamos una relación. Yo me encontraba solo y ella me introdujo en su grupo de amigos, en sus aficiones y en su vida. Me acoplé de un modo perfecto y así fueron pasando los años.
La verdad es que era algo realmente cómodo. Nos llevábamos bien, ella tenía las ideas y yo la secundaba. Hasta ahí todo perfecto. Hasta que quise tener algo más, hasta que quise tener la iniciativa y entonces todo cambió. Al principio fueron pequeñas cosas, pequeñas contradicciones y discusiones completamente irrelevantes pero poco a poco se fueron amontonando y como suele decirse un grano no hace granero pero ayuda a su compañero.
Había algo que no funcionaba y ninguno nos dábamos cuenta. Hasta que estallo la guerra y comenzamos a fastidiarnos mutuamente, hasta el punto que, después de una enorme discusión, agarre el coche, lo único que pude comprar por mí mismo sin esperar la aprobación de Aghata y conduje sin parar hasta el final de la autopista.
Ahora me encontraba de nuevo en el coche. De nuevo solo. Y de nuevo en la misma autopista pero conduciendo en un sentido contrario. Tomé el desvió hacia la antigua nacional para salirme de la AP4. No quería ni pagar peaje ni conducir tan rápido. No quería aparecer en cualquier otro lugar sin darme cuenta, del mismo modo en que llegué a Cádiz. Ahora quería ir despacito, pensando cada paso.
Cuando vi el desvío de la A480 supe donde quería ir. Pasaría unos días en Chipiona y después volvería otra vez a enfrentarme a mis problemas. Para empezar tenía uno con mi jefe pues aún no tenía noticias mías. Probablemente ya hubiera llamado a Aghata y ella le hubiera contado lo poco que sabía, así que igual habían llamado a la policía... me pareció un poco exagerado pero sabía que Aghata era perfectamente capaz.
Al pasar Costa Ballena mi ansiedad creció. Deseaba llegar a algún lugar que considerara mío, sólo mío, y poder desconectarme de todo lo que había vivido hasta ahora. Pero cuando divisé a lo lejos el Faro, el más alto de España, me di cuenta de mi error. No estaba desconectando para nada. Aquello no era más que otra vuelta de tuerca más. La decisión de ir hasta Cádiz, aunque fuera algo inconsciente, la segunda huída hacía Chipiona. No era algo aleatorio, mi subconsciente era el que me estaba guiando. Todo giraba alrededor de lo mismo. Pare en el arcén de aquella transitada carretera y lloré amargamente.

lunes, 20 de julio de 2009

III



Me guió por una serie de callejuelas estrechas con casas bastante ruinosas a los lados. Los edificios no eran muy altos 2 o 3 alturas como mucho. Estaba empezando a oscurecer y la gente salía a las calles a pasar el rato con los vecinos. Encontramos un hueco y aparcamos el coche.
- No es obligatorio pero si quieres puedes contarme lo que ha pasado con Aghata – dijo Ahinara nada más llegar a su casa.
- Bueno, yo, la verdad es que no se por donde empezar – De repente me pregunté cómo había llegado allí y qué demonios estaba haciendo.
Me acordé de Aghata y pensé que quizá aún no fuera tarde para arreglarlo todo.
- Yo, sinceramente, creo que no la quiero. Llevamos 9 años juntos y creo que acabo de comprender por qué no éramos como las otras parejas, por qué no hemos conseguido llegar a ser felices nunca. Simplemente, no la amo. Nunca la he amado, sólo nos llevamos bien. Quizá hubieramos podido ser buenos amigos, pero solo eso.
Creo que no eran necesarias más explicaciones , al menos Ahinara no las pidió. En cambio, abrió una puerta que daba a un pequeño pero acogedor patio andaluz lleno de geranios colgados de las paredes y se sentó en una butaca. Parecía meditar mis palabras, como si lo que le dije fuera importante para ella, como si tuviera que solucionarme el problema.
- ¿Y qué piensas hacer ahora? – dijo por fin.
- Pues no lo se - respondí sinceramente – la verdad es que esto no estaba planeado. Esta mañana hemos tenido una buena pelea y yo he cogido el coche y he acabado aquí. He hecho más de 600 kilómetros sin darme cuenta.
Me detuve un momento para pensar en mi situación. Me senté a su lado y hundí la cabeza entre mis manos.
- ¿Qué voy a hacer? - dije comenzando a desesperarme - Ni si quiera tengo vacaciones ahora. Mañána tengo que ir a trabajar, debería volver a casa. Supongo que puedo volver a casa de mis padres. O a la de algún amigo, voy a llamar a Fran...
- ¿No puedes llamar y decir que estás enfermo? – Preguntó Ahinara – Al menos ganarías uno o dos días, no necesitas conducir sin descansar.
- Creo que tienes razón - Mentir para faltar al trabajo no me parecía tan mala idea despues del día que llevaba – Necesito descansar, ¿te importa que me de una ducha y luego duerma?
- Claro, ven conmigo.
Ahinara me enseñó dónde estaba el baño y el lugar donde podría dormir. me pregunté si aquella chica actuaría igual con todos los desconocidos que se cruzaran en su camino.
Increiblemente me dormí en el mismo instante en que cerré los ojos. No supe cuánto había dormido hasta que abrí de nuevo los ojos y ví que eran las 11.30. 12 horas de sueño reparador no esatban mal.
Parecía que me había levantado de buen humor y eso me ayudaría a ver las cosas desde una perspectiva positiva.
Me levanté y ví una nota en la que Ahinara me decía que había tenido que ir al trabajo pero que volvería a la hora de comer. Tenía una copia de la llave por si quería salir y un papel con la dirección por si me perdía. Me pareció increiblemente confiada. Yo podría ser cualquier persona. Podría desbalijarle tranquilamente. Sin embargo, yo no era esa clase de personas. Era, por lo menos, agradecido. Así que cogí las llaves con la intención de comprar un regalo para Ahinara y dejarle una nota de agracecimiento. Cuando ella volviera de trabajar ya no tendría que preocuparse más por mí.
Salí y comencé a caminar calle arriba. No sabía muy bien dónde ir y tampoco sabía qué comprarle exactamente. Paseando por las calles me topé con el mercado de abastos y estuve paseando entre los puestos. Me resultó fascinante ver el colorido y la variedad de alguel mercado. Aunque, por supuesto, la mayor parte la conformaban puestos de pesca. Ví una floristeria y me acordé del patio de Ahinara, quizá alguna planta le vendría bien. Una bonita buganvilla o una olorosa dama de noche sería perfecto. Me gustó bastante la idea así que pasé al interior de la tienda.
No sabía por cual de las dos decidirme y como no eran macetas excesivamente grandes, compré las dos. Salía de la tienda casi sin ver pues las dos macetas me tapaban parcialmente la visión cuando choqué con alguien.
Nos disculpamos a la vez y en seguida nos reconocimos por la voz.
- ¡Anda! Vaya plantas más bonitas – dijo Ahinara.
- ¿Te gustan? – Dije feliz por su reacción – Son para ti, para que las pongas en tu patio.
-¿Para mi patio? – Preguntó Ahinara extrañada.
- Sí, claro, ¿Para quién sino? Es sólo una muestra de agradecimiento...
- Bueno, supongo que al dueño de la casa le gustarán - Dijo Ahinara con despreocupación.
- ¿Cómo que al dueño de la casa? ¿A caso no es tuya? ¿Y quién de es? ¿Dónde vives tú? - Me preocupé rápidamente, había sido un estúpido. ¿Cómo me había ido con aquella chica sin conocerla?
- No te preocupes, es de mi hermano, no se enfadará - Contestó Ahinara, pero sonaba más a excusa barata para que me calmara que cualquier otra cosa....
Recordé mi plan inicial de salir a la calle para comprar un regalo para Ahinara y después continuar mi camino allá donde me llevara, que sería de vuelta a casa. Aún no sabía si volvería a la casa de Aghata o no, pero el caso es que debía volver a Madrid. Ni si quiera había llamado a mi jefe para avisarle que no iba a ir a trabajar.
- Escuchame, Ahinara, te agradezco enormemente que me dejaras dormir ayer en tu casa, pero ahora debo volver a la mía, estas macetas sólo eran un regalo de agradecimiento por tu ayuda y de despedida. Ahora debo continuar con mi camino.

II



- No sé que te habrá hecho Aghata, pero eso ha sonado muy borde ¿no crees?

Me giré a la derecha para ver quién me hablaba y para sugerirle, educadamente, que se metiera en sus asuntos y me dejara en paz. Pero los enormes ojos verdes de aquella chica me dejaron sin habla. No es que fueran especialmente bonitos, es que eran amables, sinceros, de esos que al mirarlos crees que conoces de toda la vida a la persona que los lleva y además sabes que puedes confiar plenamente en ella y contarle y hablar de cualquier tema.

- Perdona que me haya metido en tu vida, pero es que no he podido evitarlo al escuchar tu conversación - Al decirlo hizo gesto con las manos como para encomillar la palabra conversación - Me llamo Ahinara y he de decirte que si no me paras podré seguir hablando toda la vida. Antes era informática, ¿sabes? Pero tanto ordenador y tanto correo hicieron que perdiera el contacto con la sociedad y un día ¡hop! Lo recuperé de golpe.

Ahinara calló un momento para observarme, parecía preocupada por mi expresión. Sentí que debía decir algo. Pero había recibido tanta información en tan poco tiempo que no sabía a qué debía responder primero.

- Bueno, es que yo, bueno, también soy informático. Pero lo que ocurre es que... - me paré en seco - oye, ¿y por qué tengo que darte a ti explicaciones? ¡Déjame en paz!

Reanudé mi marcha caminando por la acera sin saber muy bien a donde ir pero Ahinara me alcanzó en dos zancadas y se situó a mi lado.

- Oye, perdona, que yo no quería molestarte, simplemente he pensado que quizá te apeteciera hablar y a mí, aunque parezca mentira, se me da muy bien escuchar.

Respire profundamente antes de darme la vuelta. No sabía si quería hablar con aquella chica o si quería largarme de allí. Aún no me había parado a pensar qué era lo que le había dicho a Aghata ni por qué ni qué estaría pensando ella ahora. No sabía si era lo que en realidad quería o si me había vuelto loco al decirle aquello. No sabía nada y sin embargo allí estaba aquella chica a la que acababa de conocer esperando que le dijera algo.

Guiándome únicamente por mis sentimientos me dejé llevar y supe que podría confiar en aquella chica, quizá era una de esas cosas del destino, una de esas personas que, cuando las conoces, ya no puedes separarla de ti.

- ¿Conoces algún lugar tranquilo donde poder cenar algo? Estoy hambriento, no he comido nada en todo el día. Por cierto, me llamo Alejandro.

- Ven conmigo a casa, Alex. - Dijo Ahinara tranquilamente - Y si quieres puedes quedarte a dormir en el sofá a Pepe no le importará. ¿Cabrá mi bici en tu maletero? Tranquilo, Pepe es el gato.

viernes, 17 de julio de 2009

I



Había sido un tonto, realmente tonto. ¿Como podía haberme largado así? Vale que habíamos tenido una discusión, pero agarrar el coche y largarme así... parecía muy infantil. Debería llamarla y pedirle disculpas. Aunque, teniendo en cuenta lo bien que se estaba aquí debería decirle que viniera conmigo. Unas vacaciones, eso era lo que nosotros necesitabamos.

Me apoye en la barandilla de piedra y mire a lo lejos. El Castillo de San Sebastián recibía estoico el golpeteo constante de las olas al romper. Cogí el móvil y marqué el número con un brillo de esperanza en mis ojos.

No había pensado en qué podría decirle, pero las palabras fluyeron solas firmes y seguras como si llevaran toda la vida esperando a ser dichas:

- Hola Aghata, soy Alejandro. Siento mucho la bronca que hemos tenido esta mañana y también siento haberme largado de esta manera. Solo quería decirte que me da igual todo. No pienso volver a tu casa. No quiero seguir contigo. Puedes quedarte con todas mis cosas, o tirarlas si no las quieres. No vuelvas a llamarme más.

Carriles bici




Hola Amiguitos!

Ayer intenté concienciaros de un tema y siguiendo esa misma línea hoy voy a tratar de concienciarnos (yo la primera (el burro delante, jaja)) de otro tema. Y el tema de hoy es: "Carriles bici".

Vamos a ver como lo explico para que lo entendamos todos.... ¿A que no paseamos por la carretera por donde van los coches? ¿Entonces, por qué tenemos que caminar por el carril bici?

Si vamos paseando y una bici no va por su carril sino que va por la acera ¿a que nos enfadamos? Entonces, insisto, ¿por qué tenemos que caminar por el carril bici?

Ayer, despues de cenar, salimos a dar un paseo toda la familia. Los cuatro íbamos por el carril bici, Clemente empujaba el carro de Irene y yo iba medio jugando con Sofia que iba correteando de aquí para allá.... Por supuesto, paseabamos por el carril bici. Hasta que en una de estas Sofia corrió y se cruzó el carril justo cuando pasaba una bici. En una décima de segundo grité "¡Cuidado Sofia!" Pegué un grito tal que asusté a Sofia y la deje inmóvil, pero yo creo que asusté también al chico de la bici. El caso es que todo quedó en un susto porque los reflejos del ciclista fueron excelentes y pudo esquivarla sin problemas pero por un momento vi a mi pequeña arrollada por una bici que circulaba correctamente.

El impacto hubiera sido brutal para Sofia, y no quiero ni pensar que hubiera podido suceder.

Desde ese momento continuamos el paseo por la acera, por donde deberíamos haber ido desde el principio, sin invadir el carril de nadie. Es cierto que el carril bici es más cómodo para caminar, pero es un CA-RRIL-BI-CI y no un Carril de paseo.

Así que si no queremos tener accidentes evitables por favor, concienciemonos todos de que el Carril bici es para las bicis.

besitos!
almudena..

jueves, 16 de julio de 2009

Soy Donante




Hola Amiguitos!

Hace mucho que no escribo nada, pero no os preocupeis porque ya he vuelto a la vida en activo y esto de tener que estar todos los días obligatoriamente 6 horas enganchada a un pc pues al final te hace desarrollar la imanación y las ganas de evadirse temporalmente escribiendo una entradita en el blog....

En fin, menuda frasecita acabo de escribir, no?? Bueno, al lío.

Hoy quiero deciros que Soy Donante de Sangre. Soy donante de sangre de manera oficial y de manera extraoficial dono todo lo que sirva de mi cuerpo cuando un día (espero que muy muy lejano) me vaya pal otro barrio... Soy donante no oficial de órganos porque no he firmado el consentimiento, la verdad es que me da un poquito de mal rollo por aquello del mal fario, pero vamos que cuando llegue el momento ya les he comentado muchas veces a mis familiares, que de mi todo lo que valga para quien lo necesite, y lo que sobre a la barbacoa y luego mis cenizas que las echen donde quieran... total, ya no me voy a enterar....

Vaya, hombre... ¿Como hemos pasado de ser donante de sangre a escribir públicamente mis ultimas voluntades? Sinceramente... se me va la pinza....

Bueno, otra vez al lío.... Soy donante de sangre ¿y por qué? Pues soy donante de sangre por el mismo motivo que echo los papeles a la papelera en lugar de echarlos al suelo, pues porque es lo que hay que hacer, es lo cívico, lo educado, lo correcto. Por que sí. ¿y por qué no? Porque la gente lo necesita, porque cualquier día la puedo necesitar yo, porque con cada donación mía he salvado a 3 personas (o sea que, teniendo en cuenta que ya he donado 3 veces, pues he salvado a 9 personas) y estoy tan orgullosa de mi misma. Porque no concibo la idea de no donar. Porque espero que cuando yo lo necesite haya otra personita como yo que me de su sangre.

En fin, tampoco quiero que se me vaya la cabeza divagando sobre el tema. El caso es que soy donante. Cierto es que dono menos de lo que debiera, pero es que, he de reconocerlo.... ¡me da miedito! y nunca quiero donar sola y claro encontrar a alguien que me acompañe pues me resulta complicado....

Pero en fin... Espero que los que no están concienciados se conciencien, que la sangre siempre es necesaria y que no experimentan ni la venden ni hacen morcillas de burgos ni hacen cosas raras con la sangre que donamos, que eso son leyendas urbanas, que la gente se va al hospital y le ponen sangre cuando es necesario y viven y esa sangre sale de nuestras venas.

Así que, venga! todo el mundo a donar! que te invitan a desayunar (o a merendar) que te dan un boli y además te hacen una analítica completa!

besitos!
almudena..