Un día tras otro sólo había correos eléctronicos. Estaba cansada ya de esta situciación. Hacía 6 años que Mario se había ido a Brasil con una petrolera española, en principio era poco tiempo y conseguiría mucho dinero con el que podrían comprar un piso en Madrid y casarse. Pero el tiempo pasaba y siempre le renovaban el contrato. Siempre era un año más, sólo un año más y tendremos una casa mejor. Pero lo cierto era que no volvía y ni había casa ni boda ni nada.
Se veian dos veces al año. Después de muchas vueltas comprendieron que la mejor manera de aprovechar el tiempo juntos y el dinero de los vuelos era que ella cogiera todas sus vacaciones en agosto y volara hasta Brasil y el venía otro mes para Navidades y asi podía pasar las fiestas también con su familia. El problema era que siempre uno de los dos trabajaba, y por mucho que estuvieran juntos no era lo mismo.
Hacía un par de meses que Mario había vuelto de su viaje y aún faltaba mucho para que Jimena fuera para allá. La situación la superaba y aunque ella intentaba luchar contra los sentimientos que crecían día a día hacía Nacho, comprendía que algo ocurría en su relación. Algo que sería difícil de superar.
Por otro lado, la diferencia horaria entre Brasil y España hacia difíciles las comunicaciones pues cuando uno estaba despierto el otro dormía.
El hombre bueno
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“Haber vivido tranquilo sabiendo que no has hecho daño a nadie, que has
tratado con respeto y educación a los demás, cumpliendo tus obligaciones y
sabiendo...
Hace 1 año
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