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miércoles, 8 de octubre de 2008

Cómo nació Sofía (2 Parte)

Bueno, la verdad es que una vez que vi a Sofía por primera vez se me pasaron todos los dolores. Ya había nacido. Ya tenía a mi hijita en mis brazos. No podía con mi alma, estaba cansadísima. Pero ella estaba allí y lo demás ya no importaba nada.

Mientras Clemente y yo mirábamos con ojos de corderito a Sofía e intentábamos no ensuciar demasiado el paritorio con las babas que soltábamos me fueron cosiendo la episiotomía y además me ayudaron a alumbrar la placenta.

A mi nadie me había contado nada acerca de tener que expulsar la placenta y he de decir que ha sido uno de los dolores más dolorosos de mi vida y una de mis peores experiencias también. Como he dicho una vez que vi a Sofía se me pasaron todos los dolores. No lo tengo muy claro, pero he oído decir que la oxitocina que se segrega en el momento del parto tiene efectos anestésicos y yo estaba en una nube con mi hija y mi marido al lado. Todo era felicidad alegría y sí, ausencia de dolor. El parto había acabado y ya no era necesario pasar ningún mal trago mas... bueno, eso era lo que yo creía.

Las enfermeras y médicas seguían a lo suyo colocándome y reparándome y a una de esas, ya no sé si avisaron o qué, una de las médicas empujó con el puño en mi abdomen y por otro lado tiro del resto del cordón umbilical que salía de mi útero. La verdad es que suena desagradable y en realidad lo es. Fue un segundo. Pero un segundo de intenso dolor. Lo siento mucho si alguna futura madre lee esto y se asusta pero es lo que hay... también he de decir que en 5 meses daré a luz mi segundo hij@ y como pueda lo haré también sin epidural, así que tan malo no será, jejejeje...

Bueno, como decía la médica pego un tirón del cordón a la vez que incrustaba su puño en mi tripa y en un segundo ¡hop! Tenia mi placenta en sus manos. Pero no contenta con eso me dice: “Mira”. Yo que estaba tratando de recuperarme del dolor que acababa de sufrir. No sabía si había dado a luz un hermano gemelo o si se había caído algún aparato encima de mí o si había habido un terremoto o que.... el caso es que miro a la médica y la veo sonriente con mi placenta chorrenate colgando de sus manos. Creo que eso fue ya demasiado para mí y ahí me parece que casi me desmayo de la impresión.....

Pero como digo, debe ser que la oxitocina es anestésica porque volví la vista a mi nena y se me volvieron a pasar todos los dolores... hasta que al rato otra enfermera volvió a hundir sus puños en mi abdomen. Al parecer eso es necesario para expulsar todo lo que haya dentro y que no se generen infecciones, pero, leche, como duele....

Después de eso me cosieron. Una estudiante. Tardó lo que no está escrito y además lo hizo mal pero a mí ya no me importó por dos motivos. Primero porque ya estaba curada de espanto y ya no me dolía nada y segundo porque ya había acabado todo.

Cuando acabaron me dijeron que tenia que quedarme un rato esperando para que no hubiera ninguna complicación, que ya vendrían a por mí para subirme a planta. Dijeron que no sería mucho tiempo porque estaba en el paritorio de urgencias y tenia que estar despejado enseguida. Pero lo cierto es que tardaron mucho en volver a por nosotros.

Mientras tanto una enfermera me enseñó como debía poner a Sofía al pecho y ¡fue maravilloso! Me levante la camisa y puse a Sofía al lado del pecho, ella empezó a olisquear y de repente abrió la boca y ¡zas! Se agarro al pecho y empezó a succionar! La verdad es que fueron tres chupetazos pero fue algo increíble.

Por fin vinieron a por mí. Me cambiaron del potro de torturas a una cama y me llevaron por todos los pasillos con mi niña entre los brazos hasta que llegamos a mi habitación.

Sofía nació en la maternidad de O’Donell en Madrid y la verdad es que esta genial. Todo nuevo, reluciente y todo muy útil y todo muy a mano. No se llevaron a Sofía de mi lado en ningún momento, en la habitación tenía todo lo necesario para ella, pañales, bodys, bañera, cremas, de todo.... y además una habitación muy amplia y muy maja.

Bueno, al final subimos a la habitación y ya aparecen mis padres y mis suegros.... y todo el mundo revolucionado dándome besos y abrazos... al poco aparece una enfermera y me pregunta si tengo hambre, me paro a pensar un poco y digo ¡Sí! Jijiji.. y me llega la tía con un vasito de plástico de leche y 4 galletas! Y yo, partiéndome de risa... que son las 11.00 y no he desayunado! que tengo mas hambre quel perro de un ciego! Jaja...... pero me comí las galletas y la leche....

Menos mal que al rato.... llegó Papa Noel... jeje. Como he dicho Sofía nació en O’Donell, y para quienes lo sepan sabrán que enfrente hay un establecimiento llamado “El parador del jamón” así que os podéis imaginar.... después de 9 meses sin catar el jamón, imaginaros que me trajo Clemente.... jejejeje... me puse como el kiko... aaayyyy, que hambre me esta entrando ahora....

Bueno, la verdad es que trajo 5 kilos de cada cosa y al principio me pareció que se había pasado, sobre todo porque me daba vergüenza que cada vez que entraba una enfermera estaba yo comiendo jamón y había un olor en la habitación de flipar......

Pero cuando me di cuenta que la cena la servían a las 20.30 y que me pasaba media noche en vela tratando de darle el pecho a Sofía pues... el jamón venia muy bien... menudos bocatas me zampaba yo a las 4.00 de la mañana... jejejejeje.

Estuvimos 2 días en el hospital y ya me dieron el alta. Y para casa con nuestra nenita..... Y esto ha sido todo.

Ya os contaré el parto del hermanit@ cuando nazca.

Besitos!

Almudena..

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que arte tienes! me he reido como nunca, y eso que estoy esperando que nazca mi primer hijo de un día a otro, y tus descripciones a veces pueden ser...traumaticas.
Cuando esté rabiando del dolor me acordaré de tu historia y me reiré pensando cosas similares a las que tú pensastes.