Datos personales

Mi foto
Madrid, Madrid, Spain

viernes, 31 de julio de 2009

La primera vez que doné sangre.


¡Hola Amiguitos!

Hace unos días os he comentado que Soy donante de sangre.... Bueno, yo pensaba que os había contado ya mi primera vez como donante. Pero repasando las entradas de mi blog he visto que no lo he hecho ¡menudo error! Uno de los momentos más interesantes de mi vida pasado por alto! En fin, como se suele decir nunca es tarde si la dicha es buena, así que aquí estamos para reparar ese error....
Seguro que algunos de mis lectores recuerdan aquella aventura porque la vivisteis en segunda persona, jeje, que en primera la viví yo....
En fin. Yo de siempre, de toa la vida he querido donar sangre, porque sí, porque me parece generoso, porque yo hasta ahora no la he necesitado pero otra mucha gente sí y porque cualquier día la puedo necesitar. Bueno, como digo siempre he querido donar, pero siempre me ha aterrado, bueno, ya no. Siempre he intentado convencer a alguien para que viniera conmigo y nunca lo conseguí hasta aquel día.
Estabamos trabajando y llegó un autobús de los de la Cruz Roja para donar sangre, así que como unos cuantos compis iban a donar y yo aproveché la ocasión y me apunté con ellos.
Entré en el autobús, me reconocieron, me hicieron las preguntas de rigor y me tomaron la tensión. La médica me dijo que tenía la tensión alta y yo le dije que estaba nerviosa por ser la primera vez, me tranquilizó diciendo que no pasaba nada, que era un mero trámite.
Me llevaron a una camilla y comenzaron la extracción. La verdad es que todo el proceso fue como una seda, lo que más miedo me daba era que me clavaran la aguja, pero fue todo bien y no sentí nada. Las enfermeras estaban atentas de mí y me preguntaban constantemente y yo seguía bien. Me tranquilicé y me confié.
Por fin, acabaron de sacarme la sangre y la enfermera me pregutó si estaba bien, a lo que contesté que si, que perfectamente. Me sacó la aguja, me puso esparadrapo y se fue a atender a otro donante.
Pero justo en el momento en el que me sacó la aguja y se fue, yo empecé a notar como el mundo daba vueltas y en mi mente se repetian una y otra vez mis propias palabras: “estoy bien” “estoy bien”... No sé qué fue, pero recuerdo que sentí perfectamente como salió la aguja de mi brazo y a partir de ese momento el mundo ya no fue el mismo....
Lo curioso y ahora hasta gracioso es que mi cuerpo estaba completamente inerte pero mi mente funcionaba perfectamente y recuerdo que pense: “Almudenita, te estás mareando, deberías avisar a una enfermera que esto va en serio....” Y dicho y hecho me dispuse a llamar a una enfermera que justo pasaba a mi lado... pero... mi mente trabajaba pero mi cuerpo no (qué curioso, normalmente es al reves, jeje). No fui capaz ni de emitir un solo sonido ni de mover si quiera los labios.... mi angustía se agrabó y me sentí presa en mi propio cuerpo. Cada vez estaba peor y no podía mover un solo musculo de mi cuerpo para poder pedir ayuda!
Una enfermera se fijó en mi y me preguntó si estaba bien. Sentía mi cuerpo completamente blanco y solo fui capaz de hacer un movimiento de ojos a lo que la enfermera me levantó los pies rápidamente y me midio la tensión.
El hecho de levantarme los pies ya fue un alivio para mi y poco a poco fui recuperando el dominio sobre mi cuerpo... al poco me volvieron a colocar en la posicion tumbada para ir incorporandome poco a poco.....
Pero al volver a moverme volvi a desmallarme y esta vez tuvieron que darme algo para subir la tensión que al parecer estaba por los suelos.... poco a poco fui recuperandome. Me dijeron que no me preocupara que tenia que beber mucho líquido y que estarían conmigo el tiempo que hiciera falta.
Lo cierto es que el autobús tenía que marcharse pero eran las 14.30 y yo seguía allí. Ya había bebido bastante, y parecía que iba mejorando pero no querían dejarme marchar hasta que no estuvieran seguros.
Escuché una voz familiar que preguntaba por mí. Reconocí a Eva, una compañera de trabajo, que preocupada por mi tardanza entró a buscarme dentro del autobús. Ya con ella y con otros compis de la ofi me dejaron marchar. Me dijeron que comiera bien y que tuviera cuidado el resto del día. Así que felices y contentas (es un decir) nos fuimos a comer.
Salí a la calle y parece que mejoré un poquito y cuando me puse a comer todo fue cada vez mejor hasta que..... en los postres empecé de nuevo a perder el dominio de mi cuerpo y decidi salir a la calle a que me diera el aire. Eva salió conmigo y aquí os voy a contar una cosa graciosa.... Graciosa tiempo después claro, en el momento no tuvo mucha gracia.
Yo estaba empezando a desconectar mi mente de mi cuerpo, estaba como antes, que mi cabeza me funcionaba más o menos bien pero mi cuerpo iba a su rollo. Con lo cual me costaba bastante trabajo hacerlo funcionár. Eva salió detrás de mi y empezó a preguntarme qué era lo que necesitaba y cómo podia ayundarme. Jajajajajaja... como iba a contestarla si mi propio cuerpo no me respondía a mi!! En un momento supe que me quedaban unos pocos segundos de estabilidad, vi claro que me iba a ir al suelo, así que en un momento de lucidez decidí sentarme de una manera mas o menos controlada y así llegue hasta el suelo.
Recuerdo a Eva un tanto preocupada preguntarme cómo podía ayudarme... lo siento mucho, pero es que no estaba yo como para ponerme a hablar, jajajajaja... En fin, luego me tomé un azucarillo que alguien me dio ¿Nacho? Y parece que a partir de ahí empece a recobrar el dominio de mi misma.....
La verdad es que fue una experiencia un tanto extraña... Eso de no tener el control sobre mi cuerpo y que mi mente y mi cuerpo fueran por caminos diferentes... da un poco de yuyu, pero como luego todo quedó en un susto pues puedo reirme tranquilamente de aquel día....
Bueno, eso sí, como ya os he comentado en otra entrada... Soy dondante de sangre. Esto que me sucedió aquel día fue un incidente sin importancia que no me ha impedido seguir donando....
Y eso es todo amiguitos.


Por cierto, siento ser un poco repetitiva pero es que considero que este fue un buen dia digno de mención....

besitos pa tos!
almudena..

2 comentarios:

evuska dijo...

jajaja!! ayy es que ahora recordandolo y leyendo como lo has contado me he reido un monton!!

pero aquel dia no me reí ehh! jolin que vaya sustos nos diste.
Lo del azucarillo fue porque no sabiamos si era una bajada de azucar o que pero yo recordaba que una vez yo me maree y me dieron una piruleta y asi se me paso jiji
¡vaya medicuchos estamos hechos!!

Yo pensaba que después de aquel día no donarías nunca pero mira me equivoqué ...

Por cierto, esto me recuerda que tengo que donar de nuevo :-D

Besos

Miriam dijo...

Jejejeje, no soy la única que se marea en los análisis como puedo ver...eh??

La verdad es que menudo susto metiste a tus compis del trabajo...
Bueno la verdad es que me alegro que esa mala experiencia no te haya quita do las ganas de seguir donando sangre, puesto que es muy importante, porque algún día la podemos necesitar nosotros...

PD: Hoy como tengo algo de tiempo, estoy escribiendo comentarios a todas las entradas que veo...jajjaja

Besos!!